Con su diseño circular, el mandala reclama la atención hacia el centro, y allí es donde atrapa las miradas en un juego óptico por su composición geométrica. El carácter artesanal de la obra hace que ningún cuadro sea igual a otro. Ideal para decorar un recibidor minimalista o un rincón de meditación.
Trazado con compás y regla a la manera tradicional de los geómetras, y pintado a mano con tinta color oro que le otorga un brillo especial según desde dónde se vea. Leer más acerca del proceso de nuestras pinturas.
Características
Técnica
Grafito y tinta color oro sobre papel de 300 grs
Medidas
Largo: 70 cm
Alto: 70 cm
Mantenimiento